La adquisición de una herramienta tecnológica puede ser un proceso que no se puede dejar a la ligera. Partamos desde la posición de que cuando buscas una herramienta, es para solucionar alguna situación en tu vida o en tu trabajo. Por ejemplo, compras un auto para tener movilidad e independencia (en la mayoría de los casos) o un taladro porque quieres poner una repisa y hacer diversas reparaciones menores en tu hogar. En términos más profesionales, si eres un profesor en línea, para ejercer esa labor, mínimo debes contar con una computadora con acceso a Internet.
En el caso de un topógrafo, la herramienta para cumplir con sus labores profesionales en la actualidad es una estación total (aunque también podría ser un GPS o un dron o ambos, pero en este artículo nos enfocaremos únicamente en la estación total). También va a necesitar una computadora y el software adecuado para procesar la información obtenida en el campo.
Para empezar, la estación total per se no puede operar. Necesita adicionalmente un buen tripié (preferentemente de madera, fibra de vidrio o aluminio), un bastón y un prisma. Estos accesorios complementan de manera importante las mediciones de la estación total y muchas veces se dejan desapercibidas. No es lo mismo medir con tripiés dañados, bastones con desviaciones en su vertical o con una burbuja de nivelación en malas condiciones o con un prisma roto o rayado que con accesorios en excelente estado. Un accesorio en excelentes condiciones es directamente proporcional a mediciones más precisas. Las recomendaciones técnicas para una buena medición indican que es importante renovar los accesorios entre 1 a 2 años de uso dependiendo de la carga de trabajo que tengan este tipo de herramientas.
Otro punto por considerar como complemento durante la medición es la experiencia, los conocimientos y las condiciones físicas, así como orgánicas del topógrafo. La experiencia en campo incluye la colocación del equipo, cuidados de este para garantizar la precisión, orientación, etcétera; el conocimiento del equipo abarca el manejo de menús, funciones, teclas y otros de la estación. Cuando viste “las condiciones físicas y orgánicas del topógrafo”, te preguntarás: ¿Y eso que tiene que ver? Pues los ojos son los órganos que principalmente utiliza un topógrafo (además de sus manos, su cerebro, y lo que creas que se pueda agregar a la lista). Los ojos, con el envejecimiento natural del topógrafo van sufriendo un desgaste, teniendo como efecto principal disminución en la nitidez y la visión. Lo anterior es completamente normal y natural. Además, agrega el pulso cardíaco, las conexiones neuronales, el estrés, la sensación térmica corporal, las preocupaciones, y otras condiciones orgánicas que también influyen en la medición.
Regresando al tema de la herramienta, en este caso la estación total, es básico considerar lo siguiente:
- El prestigio de la marca durante los años: las empresas con una trayectoria abultada y de grandes éxitos, han invertido durante su historia millones de recursos financieros para desarrollar productos de alta calidad. La buena fama no es un resultado espontáneo. Es una trayectoria de décadas construida por muchas personas y la respuesta que se le ha dado a las necesidades de los clientes durante ese tiempo. No hay que desestimar este primer factor porque es garantía de calidad.
- Soporte post-venta: hemos tenido clientes que obtienen equipos muy baratos, ya sea de marcas que acaban de emerger en el mercado o que las compran en el mercado de segunda mano, pero después de un corto periodo de uso se enfrentan a situaciones como escasez de refacciones, ausencia de talleres certificados que puedan darles un servicio de reparación o mantenimiento, no encuentran un proveedor que les pueda ayudar a actualizar el software de sus equipos ante un bug (“bug” es un término en inglés que significa “bicho” pero para los programadores significa un error que perjudica el desempeño del programa en cuestión).
- Calidad de los materiales: los materiales con los cuales son construidos los equipos de topografía deben cumplir características como: resistencia a situaciones extremas (rayos solares, humedad, polvo, etcétera), pureza de los cristales del sistema óptico, así como su manufactura, precisión y tipo de aleación de la tornillería interna, durabilidad de los circuitos del CPU de la estación. También considera los materiales de los accesorios como tripiés, bastones y prismas.
- Rendimiento en laboratorio vs rendimiento en campo: éste es un punto importante. Todas las marcas sin excepción en sus fichas técnicas muestran rendimientos maravillosos sobre sus equipos. Estos resultados sorprendentes se dan en condiciones altamente controladas. Una vez en campo, los resultados cambian drásticamente. ¿Por qué? Te estarás preguntando. Porque en campo entran los factores ambientales, la experiencia del topógrafo junto sus condiciones físicas y orgánicas. Algunos ejemplos de estos factores ambientales que afectan las mediciones son: temperatura, humedad, altitud, luz solar y su reflejo, entre otros. Bueno, y en este caso ¿Cómo le hago para saber cuál es el rendimiento real? Eso lo descubrirás hasta que adquieras el producto y lo pruebes en las condiciones en las que te toque medir, pero lo que podrías hacer es preguntar con algún colega o confiar en las marcas más prestigiosas del mercado porque en lo general no necesitan inflar sus rendimientos dada la trayectoria que tienen.
- ¿Para qué la necesitas? No es el punto menos importante, de hecho, debería ser el primero. Es importante que hagas un diagnóstico a conciencia y analices para qué vas a utilizar la estación. Puede ser que sea tu primera estación total o que ya tengas varios trabajos anteriores y tengas claro en qué quieres especializarte, o que quizás ya tengas un proyecto y necesites cierto tipo de equipo para ese propósito. Una clara definición de la utilidad que le darás al equipo te ayudará a eficientar de una mejor manera el presupuesto que tienes destinado para el equipo.
¿Adquirir una Estación Total de segunda mano?
Como todo, tiene sus pros y sus contras. El pro es que te estarás ahorrando una buena cantidad de dinero y es probable que el equipo tenga un rendimiento aceptable. Contras, es un equipo que no sabes cómo fue tratado, si sufrió caídas o una avería grave. No sabes si su proceder es lícito o no y muchas empresas que venden equipo topográfico llevan un censo de estaciones robadas que fueron reportadas por sus mismos clientes o contactos y podrías meterte en algún problema. Otro punto es que la estación total usada no es como un auto usado. ¿A qué me refiero con esto? El auto usado puede tener problemas de afinación o algún desperfecto mecánico – eléctrico. La solución en estos casos es ir con un mecánico (que abundan porque es un producto de consumo relativamente masivo) y después a la refaccionaria. En el caso de la Estación Total no es tan fácil. En primer lugar, estamos hablando de un instrumento de alta precisión el cuál proveerá información crítica para un proyecto de construcción. Los lugares donde se reparan estos equipos no abundan y el mercado de refacciones es significativamente menor que el de los autos.
El recurso económico es una situación que a todos nos afecta y no todos contamos con el capital necesario para un equipo nuevo o de marca de prestigio, pero recuerda que es una inversión y que tu marca personal y reputación se podría ver afectada por no contar con un instrumento que brinde mediciones precisas. La decisión es tuya.
Esta información que te comparto está basada en años de experiencia vendiendo equipo topográfico y en historias contadas por nuestros clientes. Espero que esta información te ayude a tomar una decisión importante cuando adquieras una herramienta de alta tecnología como una estación total.
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Por Marco Barojas.